Tras la sombra del poeta

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74 años después de la muerte de Miguel Hernández, Orihuela, su ciudad natal, sigue recordando, con una pizca de nostalgia, a aquel cuyo apodo era «el poeta del pueblo».
Víctima entre todos de la guerra civil española, su imagen permanece en todos los rincones de la ciudad.

En el barrio que le vio nacer y crecer, la «Calle de Arriba» está hoy habitada por familias humildes de raíces principalmente gitanas.
Comparten cada día el recuerdo del poeta con los turistas de paso que siguen su rastro por las calles del barrio.

En otro barrio, «San Isidro», también pegado al pie del monte, las paredes están cubiertas de pinturas desde 1976 en su recuerdo desde el acontecer de la democracia.
Estas pinturas son el guardián vivo de este patrimonio histórico, representando y celebrando al pueblo que, a lo largo de los años, mantiene viva la memoria del poeta.